• Fuerzas de seguridad sirias suben a una camioneta en una fábrica de drogas abandonada en Al-Qusair (oeste), 12 de febrero de 2025. (Foto: AFP)
Publicada: miércoles, 5 de marzo de 2025 18:38

Cientos de fábricas y plantas en Siria han cerrado debido a la falta de seguridad, la escasez de electricidad y la competencia desleal de importaciones extranjeras ilegales.

En los últimos tres meses, el sector industrial de Siria ha enfrentado graves reveses, con el cierre de alrededor de 420 fábricas, plantas y talleres en provincias clave como Alepo, Damasco, Latakia, Tartus y Homs, según un nuevo informe.

Estos cierres se produjeron tras la toma del poder por parte de militantes respaldados por el extranjero, liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), una antigua filial de Al-Qaeda, el 8 de diciembre, y el derrocamiento del gobierno del expresidente sirio Bashar al-Asad.

La falta de seguridad ha agravado la situación, ya que hombres armados no identificados han saqueado instalaciones industriales clave, como Sheij Najar en Alepo, Hasiya en Homs y Adra, cerca de Damasco. Además, la escasez de electricidad y el drástico aumento de los precios del diésel (hasta un 30 % desde la caída de Al-Asad) han elevado los costos de producción.

Los fabricantes sirios, ya en dificultades, ahora enfrentan una feroz competencia de importaciones extranjeras baratas, especialmente de la vecina Turquía, que inundan el mercado sin supervisión gubernamental.

 

La crisis económica se ha profundizado con despidos masivos en el sector público, incluido el despido de 12,000 empleados en la provincia de Latakia y la suspensión indefinida de 500 trabajadores de la Compañía General de Productos de Hierro y Acero, según informó el lunes el llamado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

De acuerdo con un informe de Syria TV, hasta medio millón de empleados estatales podrían enfrentar recortes de empleo como parte de la transición de la administración liderada por HTS hacia una “economía competitiva de libre mercado”.

Estas reformas radicales, que incluyen la privatización de empresas estatales y la eliminación de los “empleados fantasmas”, han generado una preocupación generalizada.

Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha iniciado conversaciones con funcionarios sirios, lo que ha despertado temores de que el país pueda caer en trampas de deuda a menos que se enfoque en la producción, las exportaciones y la creación de reservas en dólares.

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